martes, 15 de noviembre de 2011

Historia Autoestima


ITESM, CSF
Grupo 300 M 1:00
Leticia Gómez
DPH
Alejandra Aguilera A01018431
Valentina Solana A01018434
Javier Gómez A01018938
Jorge Nicolau A01018945
Alina Cirilo A01018821
Tipos de autoestima y sus manifestaciones

Nada en exceso es bueno
Ana María: Alta
José Manuel: Baja
Miguel Ángel: Normal

Había una vez en una institución llamada El Tecnológico de Monterrey tres amigos que se conocían desde la infancia. Miguel Ángel, Ana María, y José Manuel.

Miguel Ángel era una persona muy bien parecida. Era muy apuesto, inteligente y muy bueno en los deportes. A todo mundo le caía bien. El se crio en un ambiente familiar que les enseñaban a ver la vida de una manera positiva y de que uno reconociera y aprendiera de sus errores. Esto lo llevo a crecer como una persona humilde, con confianza y grandes expectativas del futuro.

Ana María por otro lado, tiene la autoestima muy alta, debido a que su mamá desde pequeña le había enseñado que era mejor que las demás personas. Debido a esto, Ana hacía sentir inferiores a las personas sin darse cuenta, les recordaba todo el tiempo que ella era una mejor, mas preparada persona que cualquiera.  Además marcaba mucho los errores de la otra gente, pero a ella no e parecía malo, pensaba que de esta manera la gente s daría cuenta de sus defectos y trataría de mejorarlos. Claro esto no es lo que pasaba.

El último niño era José Manuel, el cual era  un niño con problemas de aprendizaje, y no era muy  agradable físicamente. Él y Ana crecieron juntos, sus mamás eran viejas amigas de la carrera, se veían muy seguido, lo cual llevo a que José y Ana interactuaron bastante durante su temprana vida. Ana escogía juegos en los cuales ella siempre ganaba, competían muy a menudo y pocas veces José terminaba siendo el ganador. A parte la mamá de José lo comparaba constantemente con su hermano mayor, quien tenia varios doctorados y era considerado genio por la sociedad. Esto le bajo mucho el autoestima a José.

El primer día de clases, los tres niños se sorprendieron de estar en el mismo salón, puesto que no se habían visto en un largo tiempo. A Miguel siempre le cayo muy bien José y viceversa. Miguel siempre había sido muy amable y considerado con José, era de las pocas personas que no criticaban continuamente a José lo cual llevo a que José dependiera mucho de él. Estaban muy emocionados de estar en la misma clase, en cambio a Ana María le causo sorpresa pero nada mas. Ella estaba segura de que haría amigos rápidamente. Digo, le simpatizaban los niños pero nunca habían sido grandes amigos.

El la materia de desarrollo del potencial humano la maestra Leticia propuso una actividad que le pareció haría que los estudiantes fueran más abiertos los unos con los otros y que se les facilitara familiarizarse con todos. La actividad consistía en decir de que escuela venían, cuantos años tenían,  preferencias y que enlistaran sus fortalezas. Todas las que se les pudieran ocurrir.

El salón se ordenó en un círculo, y todos empezaron a seguir la actividad.
Al principio, todo seguía de manera normal. A la mitad de la actividad, las cosas empezaron a ponerse algo incomodas.

Llegó el turno de Ana María. Fue un momento algo aburrido y largo, MUY largo. Ana María realizó un listado de cosas en las cuales sobresalía. Su lista parecía no terminar. Al acabar su turno, llegó el turno de José Manuel. Su lista de fortalezas fue muy corta, llevaba una o dos, a lo mucho tres fortalezas. En ese momento, todos se sintieron algo incomodos, ya que sentían la inconformidad de José Manuel consigo mismo, todos podían ver que se sentía un poco afectado por la gran exposición de Ana. Al llegar el turno de miguel la tención parecía haberse desaparecido como por arte de magia. Su forma de exponer fue muy simpática y divertida. Todos le ponían gran atención a lo que tenia que decir. Entre sus preferencias menciono que una de las cosas que mas le gustaba hacer era pasar tiempo con José y platicar de cosas raras las cuales a casi nadie le interesa pero que el las encuentra fascinante. Esto le llego mucho a José, a tal grado que sentía las lagrimas inflarse en sus ojos, pero no lloro.


Saliendo de la clase, la miss detuvo a Jose manuel y a Ana Maria.

-¡Jose Manuel! ¡Ana María! Necesito que vengan un segundo. ¡Tú también Miguel Angel!- Todos parecían desconcertados, pero se acercaron de todas formas.

-¿Qué ocurre maestra?- pregunto Miguel Ángel.

-He notado que todos tienen personalidades muy diferentes, sin embargo, van a estar juntos este semestre, así que necesito que se empiecen a llevar bien.- dijo la maestra.
-Para esto, pasarán juntos el fin de semana, y luego ya les preguntaré yo como cambia su punto de vista acerca de si mismos y de sus compañeros.-

Todos se sintieron incomodos, excepto Miguel Ángel, el cual estaba entusiasmado por la idea de conocer nuevas personas.
Cuando llegó el fin de semana, todos estaban algo ansiosos.
Ana escogió su mejor atuendo, mientras José Manuel se limitó a ponerse una sudadera que le ayudara a esconderse.
El día anterior habían acordado verse en el estacionamiento de su escuela, y de ahí se iban a ir a Six Flags.
En el camino al parque de diversiones, Ana se puso a conversar con Miguel Ángel, tratando de excluir a José Manuel.
Cuando Miguel Ángel se dio cuenta de la razón, perdió todo interés en seguir hablando con Ana; y se limitó a mirar por la ventana.
Las horas pasaron, y los tres adolescentes empezaron a entenderse mejor. Ana comenzó a abandonar la altanería, lo cual hizo a José adquirir algo más de confianza.
Un rato más tarde, ya se tenían la confianza de contarse todo.
José les confió como lo trataba su madre, y la manera en la que él se sentía con el mismo. Pudo haber sido una oportunidad perfecta para que Ana se burlara, pero se quedó callada ya que se sentía identificada con el hecho de que tu madre afecte tu vida en algún sentido.
Ana les compartió a los niños la forma en la que se sentía mal por tratar asía a la gente, y el hecho de que esto causaba que ella no tuviera muchos amigos, pero que ya era muy tarde para cambiar.

Miguel Ángel, tenía un punto de vista muy neutral, ya que aunque él nunca había estado en una situación similar, había aconsejado a amigos que habían pasado por lo mismo.

En el camino de regreso al TEC, todos estuvieron callados, cada quien sumergido en sus propios pensamientos.

El lunes, en la escuela, Ana vio que José estaba siendo molestado por un niño.
Por primera vez en su vida, sintió la necesidad de defenderlo, y fue al rescate de José.

Sin que los niños supieran, la maestra observó todo el evento, satisfecha  con los resultados de su petición.

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